La caza de la paloma
La temporada del pase de la paloma comienza en otoño a finales de septiembre y principios de octubre.
Especies reinas
Las especies reinas de la temporada son la paloma torcaz, la malviz y la becada. Las dos primeras se capturan en puestos fijos. La becada, a pie, con la ayuda de perro.
La más abundante de todas es sin lugar a dudas la paloma torcaz, se trata de un ave que desde primavera hasta el otoño habita en el norte de Europa. En la zona de Escandinavia y en los países que circundan el Báltico se localiza el mayor núcleo poblacional.
En un clima favorable y con suficiente alimento, de marzo a septiembre las parejas se han reproducido y han sacado adelante a sus crías.
La migración otoñal les conduce hasta la Península Ibérica, a Extremadura, Portugal y Castilla La Mancha. Los estudios revelan que el 95% de las palomas pasan los meses de invierno en Extremadura y Portugal, donde se alimentan de las bellotas.
La malviz realiza una migración similar a la de la paloma. No obstante, su flujo no es tan cohesionado como el de la torcaz; no vuela en bandos tan numerosos.
Aunque para la mayor parte de los ejemplares de la especie el destino son las tierras del sur, no es extraño que se instalen en el norte de España.
La becada es una de las piezas más preciadas por los cazadores. Pasa la primavera y el verano en Estonia, Letonia y Lituania, principalmente. En esta época emprende el viaje hacia el norte peninsular y Francia. La becada migra de forma individual o en pareja.
Puestos fijos
Las capturas de palomas y malvices se realizan en puestos fijos. Los más demandados están en Zegama. Todos los cazadores reconocen que esta zona es una de las mejores para el pase. Prueba de ello es que para acceder a ella se presentan cientos de propuestas.

Los aficionados acceden a los puestos mediante un sorteo. La federación gestiona un modelo «único» en Europa. «Aquí, la caza adquiere un carácter social, es de todos. Los terrenos particulares no tienen derecho sobre ella. A los propietarios se les compensa de forma económica o mediante la asignación de algún puesto. La asignación de los puestos se efectúa mediante un sorteo diario y cada cazador sólo puede acudir a uno. Para ello, se le proporciona una tarjeta, personal e intransferible, que le posibilita el acceso y que es marcada en cada sorteo. El sistema de sorteo de Gipuzkoa es diferente al de otras comunidades, donde la gestión se realiza mediante cotos, por lo que los cazadores han de pagar en algunos casos mucho dinero.